Punto y final para una etapa clave de nuestras vidas
que será imposible de olvidar por todo lo vivido gracias a poder haber tenido
la suerte de pertenecer temporalmente a ese grupo llamado ¨universitarios¨.
Una carrera de obstáculos nada sencilla que comienza
cuando eres todavía un adolescente que se pierde entre los pasillos de la
Facultad, y que se termina, llegando casi sin fuerzas a la meta final,
convertido en todo un adulto que está cansado de tener la Facultad como segunda
vivienda.