Una regla de oro en el marketing es la siguiente ¨Cuando algo
es gratis, el producto eres tú¨. Ahora aplicad esta famosa regla al sistema que
ciertas discotecas usan para la entrada de sus clientes. Chicas gratis (o
pagando un precio ridículo), y chicos pagando X dinero. O peor, chicos pagando,
y chicas con entrada gratis, una botella, un chupito, una copa, un monumento en
Londres, una estrella en el paseo de la fama de Hollywood, un empleo fijo, y un
crucero por los fiordos noruegos. Si, chicas, sois usadas simplemente como una
manada, un producto, cuya finalidad es el hecho de atraer tíos, que son a los
que les van a exigir pagar una entrada infladísima, y encima, algunos son tan tontos
que acceden y pagan, sabiendo que ellas entran gratis.
¿Por qué los hombres tienen que pagar más que las mujeres? ¿Por
qué cuando un grupo mixto quiere ir a una de estas discotecas entre hombres y
mujeres tienen que llegar a un acuerdo si se busca que todos paguen lo mismo?
¿Qué necesidad hay de todo esto?
La culpa de esta situación la tienen dos grupos: por un lado
los que organizan este tipo de fiestas y deciden que la entrada sea diferente
dependiendo si eres hombre o mujer, y por otro, los hombres que ceden y pagan pensando
que las tías de dentro están locas por irse al baño con ellos. Pagáis por tener
cerca culos y tetas. Si, esos culos y tetas que han entrado gratis, y vosotros
no. Y finalmente, las que menos culpa tienen son las mujeres. Estaría graciosos
que ellas tuvieran que negarse a entrar a un sitio que les ofrece la entrada
gratuita y a saber que más.
No soy experto en el negocio de las discotecas, pero si
algunas llevan años y años subsistiendo a base de tener como oferta el mismo
precio seas hombre a mujer ¿A que juegan las que solo hacen pagar a los
hombres? Imagino que a poner a prueba como de baboso puede llegar a ser el
género masculino.
En una época donde el feminismo está luchando por tantas
cosas (lo cual me parece de lo más necesario, porque hombres y mujeres somos
iguales en derechos y deberes, y hasta en muchas cosas más), ¿por qué tan poca queja
acerca de esto? ¿Acaso no es una situación extremadamente machista? Usar la
figura de la mujer, sus cuerpos, para atraer a los hombres a pagar una entrada
por tal de estar cerca de ellas.
Imaginaos una realidad paralela en la que los hombres fueran
a quienes invitaran gratis a entrar en las discotecas, y a las mujeres se les
pidiera 5-10 o los euros que sean por algo que el género opuesto realiza gratis.
No ardería Troya. Ardería hasta el Polo Norte. Y con razón. Pero muchos hombres
parece que les sobra tanto el dinero que no se sienten mal por pagar mientras
ven como las mujeres entran gratis.
Al fin y al cabo, desde mi punto de vista, me parece una
discriminación doble. Hacia los hombres por usarlos como simple dinero, y a las
mujeres por usarlas como simples tetas. Tengo la sensación de que no es tan
difícil buscar la igualdad. O todos pagamos. O todos gratis. Como diría
Mourinho: ¨esh simple¨.
No sé si a las mujeres os pasará al revés, pero a los
hombres, cualquier día que vayas por una zona de fiestas, la frase clave de los
RRPP para que los tios se decidan por entrar en la discoteca que te ofrecen y
no en otra es ¨Está lleno de tías¨. Porque si, os usan como cebo. Para los
jefazos de esas discotecas, sois básicamente lo mismo que el gusano que se pone
en una caña de pescar. Aceptadlo. Y si no lo aceptáis, haced algo al respecto.
Y esta situación patética y lamentable, se extiende aún más,
y de manera más peligrosa. Situación: tienes 16-17 años, adolescente, y esperas
a ese fin de semana que habéis acordado para salir con la esperanza de entrar a
cualquier discoteca aunque todavía no seas mayor de edad. Si eres hombre, te
arriesgas, te dejas barba para simular un par de años más, vas a la puerta
junto a tus amigos, y un portero de 3x3 metros, te pide el DNI y a tomar por
culo todo. Sin embargo, si tienes esa misma edad, pero eres mujer, todo se
simplifica. Te pones el pack de Hot Girl, compuesto por un escote que deje
bastante claro que tus pechos ya son dignos de verse, unos tacones que te
regalen unos centímetros más, y maquillaje del bueno en la cara, y ni DNI ni
ostias. El portero os va a colocar una alfombra roja para que paséis, además de
haceros una reverencia mostrándoos todos sus respetos.
En el 95% de los casos, lo que he escrito justo aquí arriba
ocurre. Chicas menores entrando a una discoteca donde se supone que el primer
requisito es tener la mayoría de edad. Pero claro, al fin y al cabo son mujeres,
y cuando llevas dos copas, o unas pocas más en la sangre, un hombre no
diferencia, solo ve culos y tetas, y no se va a parar en pensar que edad tienen
las que están bailando.
Veo perfecto, y me dan seguridad, aquellas discotecas que piden el DNI a todo el que se presente. Pero luego están los locales que saben que están metiendo a niñas menores, y hacen la vista gorda por el simple hecho de que, aunque no tengan los 18, están buenas y van a estar ahí dentro calentando pollas y haciendo que algunos pocos pidan en la barra más alcohol.
Chicas, todas estas situaciones, no hacen más que restaros
valor como mujer. No me contéis historias para no dormir. Las que peor salís
mal paradas de todo esto sois vosotras. Entráis gratis, sí. Tenéis privilegios.
Pero solo sirve para que salgáis perdiendo, y para que otros se forren de
dinero a vuestra costa. En el mundo de la noche, en estos locales, se os
considera un producto con el que ellos pueden conseguir un bien mayor, que no
es otro que más y más dinero de los tíos.
Vosotras aceptáis entrar, y ser utilizadas. Os convertís en
cómplices al final y al cabo. Sabéis que sois utilizadas y parece que os da
igual. En cuanto a los tios, simplemente, con el hecho de pagar ya están
metiendo la pata. Y como no veo a los mandamás de esas discotecas poniendo fin
a esta era de ofertas discriminatorias, para arreglar esta situación, veo 3
soluciones:
a) La más inteligente. Que los tíos dejen de aceptar pagar
por entrar en esas discotecas que meten a tías gratis, y busquen aquellas
discotecas con precios igualitarios para ambos sexos.
b) Irse a la casa a dormir antes que entrar en un sitio con
este tipo de ofertas
c) Que los hombres nos pongamos dos calcetines en los
pechos, un sujetador, una peluca, tacones, y nos pintemos la cara para entrar
gratis, que el portero se crea que somos tias, nos metan gratis, y ya dentro,
nos cambiamos de ropa.
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