lunes, 12 de septiembre de 2016

Málaga, 6 letras para tanta belleza

Málaga, que bonita eres. Y eres así de bonita, porque lo tienes todo. No te falta de nada. Por supuesto tendrás que aceptar que hay ciudades más grandes que tú, y con muchísimas más cosas que ver. Pero tu encanto, querida Málaga, está en que te sitúas en ese punto medio perfecto. El equilibrio ideal diría yo. No eres tan grande como una Metrópoli, aunque oye, ciudades estilo Madrid, Londres, Barcelona, Nueva York y tal, son una auténtica pasada, todo hay que decirlo. Pero tanta masificación, pues mejor para visitar, y a quien le guste vivir ahí permanentemente, allá ellos. Tampoco eres una ciudad pequeña de esas donde todo está muy visto y repetido. Estás en medio de ambos tipos de ciudades, y a mí, que soy tan poco fan de los extremos, que estés ahí me encanta.

No eres la más grande, ni la más cosmopolita, ni la más moderna, ni la más romántica… pero te aseguro, que eres la mejor ciudad para vivir, porque además de la calidad de vida que ofreces, tu diversidad y tu patrimonio es un completo tesoro que estamos obligados a apreciar.




Por tema económico, no he viajado tanto como me hubiera gustado a lo largo de mi vida, pero al menos, tengo la inmensa fortuna de que al verme obligado a quedarme aquí mientras otros se van por ahí, estoy en uno de los mejores sitios donde el ser humano puede estar.

Cualquiera que lea esto, pensará que me han pagado por hacer publicidad de Málaga. Para nada. Llegados a este punto, a este año de la historia, todos fuera conocen el potencial de esta ciudad. Sólo soy un malagueño más que adora esta ciudad, y que quiere dejarlo reflejado en su blog personal.

Siendo sinceros, Málaga es tan increíblemente bonita, que, aunque suene burro y muy bestia, te puedes hasta masturbar con fotos de esta ciudad. Casi nada.

Porque el poder tan grande que tiene Málaga para atrapar el corazón de las personas, está en la inmensa cantidad de pequeños encantos que atesora. Esa sensación indescriptible al pasear por la hermosa calle Larios. Darte una vuelta entre la elegancia del reciente Muelle Uno. Volver al pasado cuando visitas la Alcazaba. Respirar el ambiente artístico de la plaza de la Merced y sus alrededores. Sentirse libre por el paseo marítimo, con esas vistas al infinito que el mar te regala. Contemplar orgullosos nuestra especial catedral, la¨manquita¨. Quedarse embobado con las vistas desde el monte de Gibralfaro. Hacer ruta entre los tantos museos que tenemos. Respirar la naturaleza en pleno centro si pasas por el Parque. Sentir la protección que dan los árboles de la Alameda. Tomarse algo por el fantástico barrio pesquero de Pedregalejo. Y un infinito etcétera de lugares interesantes.



Y por si lo que es la ciudad en sí te parece poco, luego está el impresionante repertorio de pueblos, que son otra gozada para la vista humana. Tenemos un pueblo cinematográfico mítico para España como Nerja, donde asomarse en el balcón de Europa te hace sentir como capitán de un barco. El encanto de pasear por las estrechas y empinadas callejuelas de Frigiliana. El glamour de Marbella. El fantástico Tajo de Ronda que deja sin palabras a cualquiera. Por tener, tenemos hasta el pueblo pitufo.



Incluso los mayores regalos que la naturaleza te puede dar, los tenemos presentes: playa y montaña. En otras partes tienen que elegir si viajar a una ciudad de playa o de montaña. Aquí tenemos el pack 2x1. Y menudas playas. Y menudas montañas. Playas de todo tipo, y hasta paradisiacas, como en Maro. ¿Montañas? De todas las formas y colores. El famoso Caminito del Rey por un lado, y por otro, un sitio que cuando estás allí parece que has aterrizado en otro planeta, como es el Torcal de Antequera. Al que le guste el senderismo, debe tener claro que su destino perfecto es Málaga.

Por eso, hay que estar muy pero que muy orgullosos de formar parte de esta ciudad. De poder decir ante el resto ¨yo soy de Málaga¨. Porque cuando estrellas mundiales, que son nuestros embajadores oficiales como los Antonio Banderas, Dani Rovira, Pablo Alborán, Chiquito de la Calzada, etc, no hacen más que alabar y dejar buenas palabras de Málaga, siendo personas que han recorrido mucho mundo, creo que todo queda claro respecto a lo que esta ciudad significa.

Pero aún con todo lo que aquí los malagueños tenemos, hay algunos, que ven la ciudad y este entorno como una porquería. Y yo os digo que, o no sois conscientes de lo verdaderamente importante que debe tener una ciudad, o sois más tontos que los limones.



Luego por otro lado, están los que pierden el tiempo con rivalidades tontas. Sí, esa rivalidad absurda que todavía mantienen malagueños y sevillanos. Bueno, rectifico, ciertos malagueños y sevillanos. Porque yo soy del grupo que piensa que las dos ciudades son riquísimas, y es una absoluta tontería enfrentarse para determinar cuál es mejor. Estamos obligados a disfrutar de ambas. De lo cerca que Málaga tiene a la ciudad del color especial, Sevilla, y de lo cerca que Sevilla tiene el paraíso de Málaga. Una tendrá cosas que no tenga la otra, y la otra tendrá cosas que no tenga la primera, pero es una absurdez estar buscando cual es mejor, sabiendo que ambas son tan ideales.

Y qué decir del clima de esta tierra. Cuando extranjeros (¨guiris¨ para nosotros) de todas partes, vienen aquí deseando sentir estas temperaturas, por algo será. El calor en verano aprieta de cojones, todo hay que decirlo, y se sufre mucho, pero creo que uno puede aguantar esto mejor que un frio bestial de los del norte de Europa. Y si el calor pega muy fuerte, la solución que le damos es bien sencilla: se llama ¨playa¨, es gratis, y la tenemos a un salto.

Además, esta atmósfera creo que nos hace mejores. Por todas partes alaban la actitud y la manera de ver la vida de la gente del sur. No puede ser de otra forma teniendo en cuenta que este clima nos obliga a salir a la calle, a hablar con unos y con otros, a irnos a las terracitas a tomarnos algo para refrescar el cuerpo… Esto es incomparable a esos lugares en los que pones un pie fuera de la casa, y se te congela hasta el alma. Normal que seamos así de alegres, normal que seamos así de abiertos con los demás, normal que los de fuera nos aprecien tanto.

Voy a tener que ir acabando ya, porque podría explayarme y elogiar muchísimas cosas más de Málaga, pero son tantas las maravillas de esta tierra, que se hace imposible recogerlas todas. Simplemente, Málaga, me vuelvo a dirigir a ti, para decirte que no cambies. Bueno, sigue cambiando, pero como has hecho hasta ahora, siempre a mejor, y sin dejar de perder tu esencia de ciudad ideal que no le hace falta ser enorme ni tenerlo todo para ser considerada como una auténtica maravilla. Porque los que te pisen, y paseen por tus calles y pueblos, se sigan enamorando para siempre de ti.


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