martes, 25 de abril de 2017

Se ruega silencio

Lo más difícil de encontrar suele ser lo más digno de gozar una vez se halla. Y de veras pienso que una de las búsquedas más difíciles que se pueden realizar hoy día, es la búsqueda del silencio absoluto, porque sin duda somos ciudadanos de un mundo que no se calla.




Queramos o no, el ruido aparece por todas partes. Hemos llegado a un punto en que está fuera de nuestro control. Ni la sosegada noche destaca ya por el silencio, ni la supuesta tranquilidad del campo ya transmite el verdadero silencio porque siempre aparece a lo lejos el motor de algún coche para romper la serenidad. Necesitamos que se alineen todos los planetas, al mismo tiempo que Álvaro Ojeda comenta algo sensato, para lograr escapar del ruido.

Y si eres uno de esos afortunados que tiene la inmensa suerte de poder mantenerse aislado de todo, y apreciar el silencio a su alrededor, cuando parece que has conseguido algo tan complicado, el silbido más famoso de la historia interrumpirá el momento para recordarte que alguien que no está a nuestro lado pretende hablar con nosotros. Si no es eso, será un vecino gritando, o quizás unos nudillos golpeando tu puerta, o un conductor impaciente hará sonar el claxon…quien sabe que será lo que destroce tu ansia de silencio.

Pero la ausencia del silencio no sería un problema si fuera algo cotidiano recibir sonidos de calidad. Por desgracia, la mayoría de lo que llega a nuestros oídos suelen ser banalidades, absurdeces, inutilidades, órdenes, críticas, o desgracias varias. Aunque los oídos de la gente se hayan acostumbrado a que entren por ellos semejantes mierdas, no significa que merezcamos tanta tortura auditiva. Es por todo eso, que disfrutar de la ausencia de sonido se ha convertido en un placer por culpa de la desorbitada cantidad de tanto sonido molesto que a nuestro alrededor no se detiene.


Este mundo empeñado en hacer desaparecer tantas cosas buenas, también está dispuesto a prescindir del bendito silencio que tanta falta nos hace en muchas más ocasiones de lo que pensamos. Y quiero que sepas que si no eres capaz de valorar el silencio, te falta una importante virtud en la vida. Porque aunque muchos no lo entiendan, la ausencia de todo sonido es el primer paso para encontrarnos con unos instantes de esa calma que tanto merece la pena disfrutar.


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