martes, 19 de septiembre de 2017

El día que se perdió la cordura

Hace relativamente poco, Javier Castillo no era nadie literariamente hablando. Ahora, el nombre de este joven malagueño ocupa las estanterías de ¨los más vendidos¨ en todas las librerías de España, y las colas que se crean para firmar su primera novela ¨El día que se perdió la cordura¨ parecen dignas de las estrellas más famosas de la música o el cine. Pero, ¿es para tanto ese libro?


Sinopsis

En pleno centro de Boston, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una arriesgada investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.

Dicen los entendidos que una parte clave de todo libro es el comienzo. Y llevan toda la razón del mundo. Si en las primeras páginas el libro te atrapa, es muy complicado que por mucho que luego baje el nivel, optes por abandonar la lectura, ya que va a rondar por tu mente la idea de que quizás en cualquier momento se recupere la calidad del principio. Precisamente eso ocurre aquí, donde los primeros episodios son de una calidad suprema, pero cuando llegas al nudo de la obra, tienes la sensación de que esa calidad se ha perdido de forma demasiado drástica.

Pero es que el comienzo lo tiene todo. Cada capítulo termina de una forma perfecta para dejarte con ganas de más. De esta manera, parar de leer resulta casi imposible porque es un inicio que te absorbe por completo. En ese aspecto, Javier Castillo juega sus cartas muy bien, sabiendo que tiene todo el poder para enganchar al lector con una intriga muy bien construida.

En esas primeras páginas, por encima del resto destaca el personaje de Jacob (el que lleva la cabeza decapitada en su mano), un chico aparentemente desquiciado, empeñado en no declarar nada, llegando al extremo de parecer una adaptación libre del famoso Joker, con esa sonrisa, locuras y esa actitud que mantiene después de que la policía le atrape. Sobre su figura recae buena parte del encanto del argumento.

El problema es que después de esa gran primera parte, empieza a decaer del libro con su punto débil, que son las sucesiones de situaciones forzadas. Demasiados momentos llenos de falta de coherencia y sin reflejar respuestas realistas de personas que vivan esas situaciones tan extremas, haciendo que los sentimientos de determinados personajes se vean demasiado exagerados y provoquen que pierdas el interés por la situación.

Especialmente llegando a la parte final todo lo bueno que maravilla al principio, se desmorona por completo, llegando al nivel de dar rabia que algo que parecía tan prometedor se quede en nada.

Puzle, sería una buena palabra para definir este libro, porque según vamos leyendo, nos llegan piezas que en realidad no sabemos bien donde colocar, y solo cuando vamos acercándonos al final, todas ocupan el lugar que les corresponde.

Especial atención hay que darle al lenguaje del autor. Es cierto que la prosa que emplea no es demasiado elaborada ni profunda, pero al fin y al cabo, es obviamente su estilo propio, y no podría considerarlo malo. Sencillamente, no se va por las ramas adornando las escenas, sino que en todo momento se centra en que su historia avance, fomentando que sea una trama muy visual, y eso es digno de valorar y agradecer porque en demasiadas ocasiones muchos libros parecen más centrados en presentar la historia de forma bonita, que en realmente construir una historia.

En el mismo sentido, el ritmo en todo momento es perfecto. No alarga las situaciones ni se recrea de forma inútil. En ese aspecto, hay que felicitar al autor. Incluso el tema de los flashbacks que en algunas novelas llegan a generar confusión, aquí no dan pie al error, sabiendo siempre en que época te encuentras.

Para acabar, diría que es un libro que por la forma se ha hecho tan famoso, pero en el que realmente el contenido no hace justicia a su fama. Eso sí, para cuando salga la segunda parte, estoy seguro de que Javier Castillo perfilará su historia mucho más y por mi parte, tiene un lector asegurado.

¨Las motivaciones son el motor
de la conducta humana¨

PUNTUACIÓN

Personajes: 7,5 (El misterio que envuelve a cada uno de los protagonistas los convierte en uno verdaderos imanes para seguir leyendo).

Trama: 7 (La historia es muy atractiva y conforme vas leyendo, necesitas descubrir la solución a toda esa intriga).

Temas: 5 (No se puede decir que el libro profundice mucho en temas trascendentales).

Estilo: 6,5 (Fácil lectura que va al grano sin marear al lector en aspectos inútiles que no aportarían nada a la historia).

Ambientación: 7 (El propio autor dijo que situó la historia en EEUU por la influencia de Hollywood sobre todas nuestras mentes, pero realmente me habría gustado mucho más ver esta misma historia en terreno español).

Desenlace: 6,5 (Me pareció demasiado frío y me dejó un poco indiferente. Pero con la noticia de que está al caer la secuela, puedo entender que hayan quedado cabos sueltos).


NOTA GENERAL: 6,6

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