Me encanta el término de
¨follar la mente¨. Es una expresión que desde hace unos años se ha puesto de
moda, y que la gente emplea para referirse a situaciones, personas, canciones,
películas, experiencias, etc., que alteran la inteligencia en el buen sentido.
Te hacen aprender, reflexionar y mejorar. Si te follan la mente te vas a sentir
orgulloso de eso en particular que lo ha hecho. En mi caso, leer ¨La naranja
mecánica¨ de Anthony Burges me folló muchísimo la mente.
Sinopsis
Alex, un
nadsat-adolescente que adora la violencia, disfruta de una vida relajada con
sus padres, mientras por la noche sale con sus amigos a pasárselo bien, y sobre
todo, a destrozar todo aquello que encuentran a su paso. Nada le preocupa, hasta
que toda su realidad se derrumba cuando una de sus acciones violenta sale mal,
y la policía le atrapa para enviarlo a prisión, donde experimentará un cambio
muy desagradable.
Solo con la primera
página, tienes suficiente material para empezar a asimilar que esa novela no es
comparable con nada que se pueda encontrar por ahí. Te encuentras con un futuro indeseable donde salir a la calle en determinados momentos resulta peligroso por la abundancia
de bandas callejeras adolescentes que sienten verdadera pasión hacia la violencia
extrema sin sentir ningún tipo de remordimiento. Destruir todo lo que puedan es
lo único que llena sus vidas.
Pero aunque en un
principio pueda impactar las atrocidades extremas que estos jóvenes realizan,
no podemos olvidar que el problema de la violencia juvenil, por desgracia,
suele ser una realidad que ha existido siempre. Afortunadamente, la mayoría de
veces, los adolescentes (o nadsats como se denominan en el libro) cambian con
el tiempo, llegando a enterrar con el paso de los años esa actitud
incomprensible, y el propio libro desarrolla muy bien el concepto de adolescente que actúa sin cabeza pero posteriormente logra madurar,
adaptándose a la vida adulta que se espera de él.
Además de un comienzo
intenso, la diferencia notable respecto a otras obras es la jerga ficticia que
utilizan estos adolescentes. Una jerga compuesta por expresiones que el lector
no entenderá, obligándole a dirigirse al glosario que incorpora el libro donde
aparece la traducción a nuestro idioma cotidiano. Solo de esa manera se podrá
comprender la prosa que utiliza la obra mediante la narración de Alex, su
protagonista. Las palabras desconocidas aparecen sin parar al principio, pero
para el tercer capítulo, ya tienes las suficientes aprendidas como para
sobrevivir a la lectura sin estar continuamente recurriendo a las hojas finales
del glosario.
En el mismo sentido,
Alex, el narrador de la historia, también logra diferenciarse de cualquier otro
tipo de narración a la que estemos acostumbrados con esas onomatopeyas que
repite para introducirnos más en el ambiente descontrolado e ilegal que supone
su vida tan contradictoria, ya que lo mismo disfruta matando o violando, que
gozando con sinfonías de música clásica o con la belleza del lenguaje.
Pero el eje central en el
que se apoya la novela es el psicológico (siempre he pensado que la ciencia de
la psicología debería tener a esta obra en un pedestal y ser una lectura
obligada para los estudiantes de esa carrera), ya que el condicionamiento
supone la transformación del propio Alex, debido a que ciertos científicos
juegan a ser Dios al modificar su mente mediante la cuestionable técnica del Ludovico,
ignorando las diferentes consecuencias negativas que pueda tener sobre la vida
del paciente.
La intención de estos cerebritos es investigar con
Alex, mediante unos procesos escalofriantes, si es posible suprimir un acto tan
humano como el de la elección. El libre albedrío del que todos gozamos, creen
que es el origen de los problemas, y llevan razón, pero ante eso ¿realmente se
puede hacer algo? Como bien dice el libro, cuando un hombre no puede elegir,
deja de ser hombre, y suprimir la libre elección elimina todo atisbo de
humanidad.
Ante eso, creo que el libro pretende exponer lo que NO
hay que llegar a hacer nunca, que es cortar de raíz la posibilidad de elegir
hacer el bien o hacer el mal, cuando lo correcto, bajo mi punto de vista, es
hacer ver al delincuente por qué está mal lo que hace, y por qué merece la pena
actuar de una forma buena.
Otro derroche de calidad que presenta el libro, es la
capacidad para realizar dos críticas de la cárcel y de la política en tan pocas
líneas. Con la cárcel, en solo unas pocas páginas explica lo absurdo que es
amontonar a criminales en una misma prisión, consiguiendo solo que la criminalidad
que se extiende por la calle, quede concentrada en un mismo punto, realizándose
así, delitos en el mismo lugar del castigo. Por otro lado, al final del libro
da unas cuantas pinceladas de crítica a la política, ya que algunos individuos
pretenden utilizar la desgracia que le sucede a Alex como herramienta para
ganar votos, haciendo peligrar incluso la vida del propio muchacho.
Sin duda, leer este libro es conocer como el ser
humano puede llegar sobrepasar sus límites, con esa abundante perversión extrema
y variada que aparece en la novela. Sencillamente, sus páginas son de lo mejor
que se puede leer sobre el concepto de libertad.
¨Quizás el hombre que elige el mal
es
en cierto modo mejor que aquel a quien
se
le impone el bien¨
PUNTUACIÓN
Personajes: 9 (Aunque el personaje mejor
construido es únicamente el protagonista que sufre una gran evolución, aquellos
que van apareciendo durante el desarrollo de los acontecimientos destacan
porque todos cometen actos de traición hacia Alex, haciendo pensar que quizás
uno de los mensajes principales de la obra sea que no se puede confiar en
nadie).
Trama: 10 (Una historia cruda,
desagradable e incluso cruel, utilizando como raíz un problema demasiado
cotidiano como es la violencia adolescente).
Temas: 10 (Multitud de reflexiones y
lecturas permite esta obra, e incluso aspectos filosóficos muy merecedores de
analizar en profundidad).
Estilo: 9 (La prosa se presenta en forma de
diario de Alex, con un estilo propio que se adorna con la jerga nadsat)
Ambientación: 9 (El futuro que imagina Burgess es
todo un acierto, porque no está demasiado alejado de la realidad actual).
Desenlace: 10 (El último capítulo que tiene su
propia anécdota detrás, consigue un cierre perfecto para la historia, pudiendo
ser considerado incluso un gran final feliz)
NOTA
GENERAL: 9,5
Tweet
Estupendo comentario
ResponderBorrar